heima

Puede que para muchos sean repetitivos, pesados y «cansinos». Pero vienen de perlas para descansar después de este fin de semana de boda que hemos compartido todos los amigos. Sigur Rós han subido su DVD Heima enterito a Youtube. En él muestran la minigira que dieron por su tierra natal Islandia. Las imágenes que intercalan con la música irradian tranquilidad, paz, magnetismo… aqui os lo dejo para que lo disfrutéis.

Por cierto, heima significa «en casa». Me da que esta gente ama su tierra y tiene poderosas razones para hacerlo

mar de los Sargazos

Hoy a la mañana me pasé por la fundación Caixa Galicia para ver una exposición de Urbano Lugrís. Uno de los cuadros se llamaba mar de los Sargazos y me recordó una historia bastante curiosa que leí en un cuento de Gerald Durrell. Al parecer ya en el pasado sorprendía que en las aguas dulces de Europa sólo se encontrasen anguilas adultas. Como cuentan en esta página, hasta Aristóteles propuso una solución basada en la generación espontánea de esta especie en el fondo de los lagos. Todo un misterio hasta que en 1904 Johannes Schmidt descubrió que las anguilas se reproducen en el mar de los Sargazos, a profundidades de entre 300 y 600 metros. Es decir, las larvas van a crecer a los ríos de Europa o a la costa este de Norteamérica y retornan a este punto para reproducirse y morir.

A veces me sorprende que en este mundo tan lleno de magia tenga que ir el lunes a una oficina…

velada musical

Viaje de trabajo a Amsterdam. Una empresa nos invita a una fiesta privada. Un local de lujo. Camareros y camareras jóvenes con antifaces. Y una banda de jazz en directo. Poca gente hace caso a los músicos. Y yo hago poco caso a la gente. Van cayendo temas: My funny valentine, When you’re smiling, I’ve got you under my skin, Summertime, I get a kick out of you, I’m just a gigolo.

Al principio nadie aplaude. Así que tímidamente aplaudo al final de la segunda canción y algunos me acompañan. El bajista me hace un gesto de agradecimiento moviendo ligeramente la cabeza. A las cuatro o cinco canciones ya hay gente bailando. Inevitablemente recuerdo muchas cosas, como siempre que suenan estos temas.

Pero unas notas conocidas y extrañas a este ambiente me sacan lentamente del ensimismamiento. Están tocando una versión jazzie de Jump. No me puedo creer que una canción tan rockera como el Jump de Van Halen suene tan bien así. Y de ahí pasan a un swing trepidante. Todavía me sorprenden unas cuantas veces más (Wonderball, King of the road) y al final nos premian con unos bises.

Al terminar la fiesta cogemos un taxi para regresar al hotel. Voy mirando por la ventanilla los canales y me fijo en algún que otro ciclista nocturno. Pienso en la velada. Pienso en esos directores generales. En todos esos comerciales agresivos. Pienso en su poder. Sigo pensando y me pregunto a quién admiro más. Y lo tengo muy claro: a un muchacho alto y elegante vestido con traje de raya diplomática, zapatos negros brillantes y con una sonrisa de felicidad en la cara que roza la afrenta.

¿No se estaría riendo de todos nosotros aquel pianista?

venecia de noche

He vuelto a estar allí y es una auténtica maravilla, sobre todo de madrugada con las calles completamente vacías…

Y aprovecho que he captado la atención para dejar una nueva canción…

Pulsa aquí si la quieres bajar

yo también he capitulado

Tengo que reconocerlo: yo también he sucumbido a los encantos de Lost. Empecé ayer, y casi sin darme cuenta ya he visto los siete primeros capítulos. Supongo que para los que ya estáis por la tercera temporada estos inicios pueden arrancar una sonrisa. Pero seguro que observaréis con un poco de envidia todo el campo que me queda por delante.

Y tanto me ha gustado que durante el día de hoy estuve pensando dónde reside la magia de la historia. Como todo nuevo fan, necesitaba hablar con fans veteranos. Así que acudí a mi hermano. Y éste me dijo que «en muchos momentos le gustaría vivir en la isla…».

Eso es precisamente lo que nos proporciona la serie. El inicio de una nueva vida. Claro que no todo el mundo cambia de vida así como así, con lo cual recurrimos a una ruptura traumática con el pasado (un accidente aéreo) y a un escenario muy concreto: una isla.

No se trata de ninguna casualidad el haber escogido una isla. Tenemos multitud de ejemplos en la literatura universal porque muchos escritores son incapaces de resistir ese poder absoluto de recrear o utilizar la isla como pequeño laboratorio social y emocional. Ahí está la juvenil «Isla de Coral» con esos empalagosos niños náufragos que parecen sacados de una película de Spielberg. Y como contrapartida está «El señor de las moscas» con una tropa de canijos demostrando que todo niño pequeño es un cabrón en potencia. Tenemos a don «Robinson Crusoe» sobreponiéndose gracias a una mezcla de religión+amistad+tozudez y la emocionante «Isla del tesoro» que puede leerse miles de veces sin llegar a cansar nunca. Inquietos nos quedamos tras leer esa «Isla del doctor Moreau» donde los animales se convierten en humanos y acompañamos regocijados a Odiseo que va dando tumbos de isla en isla para no tener que explicarle a Penélope ese peaso de juerga que se le ha ido de las manos. Ejemplos no nos faltan…

De vuelta a la isla en cuestión, una vez que estamos en la orilla junto al avión estrellado es imposible no pensar qué papel adoptaríamos en este nuevo orden. Por ahora tenemos un líder nato, el siervo nato, el capullo nato, la superficial, la mujer coraza, una embarazada, el nifunifa, un iraquí, el espiritual, un grupo de padre hijo y perro, una pareja de coreanos que (teóricamente) no se enteran de nada y… ¡hasta tenemos un guitarrista!. Pero claro, no todo puede ser tan obvio y cada capítulo voy aprendiendo que el capullo no es tan capullo y supongo que más adelante la superficial hará algo que me haga cambiar de opinión. Lo único que creo no va a cambiar es mi enamoramiento repentino de una tal Kate.Y la sensación de estar plenamente de acuerdo con mi hermano: en muchos momentos me gustaría estar ahí con ellos y poder partir de cero de nuevo.

En fin… que estoy realmente enganchado.

…where you’re always well lit

i love ny

¿Os acordáis del lite-brite? En las vacaciones americanas estuvimos en un bar en el que tenían unas cuantas pizarrillas donde la gente ponía el mensaje o dibujo que más le apetecía.

Y por si queréis perder un poquillo el tiempo, aquí tenéis el lite-brite online

acústica

Me he regalado esta preciosidad en mi último viaje. Por ahora me estoy acostumbrando a su sonido, quizás demasiado «americano» y metálico para mi gusto. Y estoy haciendo pruebas, como este medley entre Nuages de Django Reinhardt y So Broken de Björk.

Por cierto: impagable el testimonio de la cantante islandesa (recomendado por Nacho)

feliz 2007

Me encantan los mapas. Ya lo he comentado más veces. Dejar caer un dedo en la hoja de papel y dibujar viajes, soñar itinerarios. Este mapa que aquí os enseño muestra mediante círculos las visitas que ha tenido mi página durante su primer año de vida (podéis pinchar en la imagen para ampliarla). A todos vosotros os deseo un feliz 2007. Allá donde estéis…

Por cierto, esta herramienta la proporciona Google de manera gratuita y sólo se muestran las ciudades de conexión. Así que no os preocupéis por vuestra privacidad. Nos controlan (seguro que más de lo que sospechamos) pero todavía no me sé vuestros nombres 🙂 .

regálame un mapa

Para aquellos que aman más el viaje en sí que el destino, los que sonríen como pequeños cuando el tren comienza a moverse y, sobre todo, aquellos a los que les gusta soñar desplazando un dedo por encima de un mapa: World Maps

venecia

venecia

«Venecia no sería Venecia si estuviera situada sobre el mar abierto; aquella mañana percibí la enorme diferencia existente entre el mar y la laguna. Los luminosos y alegres colores del mar inquieto le robarían a Venecia su más peculiar encanto: lo velado, lo soñador, la tenue irisación de los colores. No es un azar que tantos venecianos, especialmente el brillante Crivelli y más tarde Paris Bordone, persiguiesen en sus cuadros con particular predilección y con absoluto refinamiento los finos estímulos coloristas de las piedras preciosas, del raso, del terciopelo y de la seda: tenían ante los ojos en la laguna, a todas horas, estas mismas tonalidades de un material exquisito y extraordinario»

Herman Hesse – Pequeñas alegrías

veleros

Acaban de llegar a mi ciudad y los oficinistas andamos un poco perplejos. Miramos las cubiertas y nos asombramos por su limpieza y orden. Observamos con curiosidad a los marineros extranjeros. Algunos no son más que unos críos y se mueven con timidez por la ciudad. Otros no caben dentro de sus trajes de gala. Las muchachas ríen y las miradas se cruzan. Hay fiestas en los bares, recepciones, invitaciones VIP para visitar los buques. Llega el fin, las velas se despliegan y el viento juega con el pelo al cepillo de los marineros. Otro puerto que pasa. Han sido sólo cuatro días. Dentro de unos años alguno de esos chicos y chicas no recordará el nombre de la ciudad. Los oficinistas nunca olvidamos los barcos. A veces dejamos las cuentas y miramos distraídamente hacia otro lado. Entonces pensamos: ¿y si yo…?

Esta reflexión suele durar poco. Al rato cabeceamos por la peregrina ocurrencia y volvemos al trabajo.

30 mejores libros de viajes

En el Diario del viajero me he encontrado con esta lista de los 30 mejores libros de viajes recopilada por WorldHum. He estado echando un vistazo y hay muchos que no conozco. Y como en cualquier lista que se precie, echo en falta otros cuantos. Solo por mencionar algunos se me ocurren los libros del capitán Richard Francis Burton y de su peregrinaje a la Meca, los viajes de Stevenson en su burra Modestine, las reflexiones sobre una venus marina de Durrell, George Borrow y La Biblia en España