venecia

venecia

«Venecia no sería Venecia si estuviera situada sobre el mar abierto; aquella mañana percibí la enorme diferencia existente entre el mar y la laguna. Los luminosos y alegres colores del mar inquieto le robarían a Venecia su más peculiar encanto: lo velado, lo soñador, la tenue irisación de los colores. No es un azar que tantos venecianos, especialmente el brillante Crivelli y más tarde Paris Bordone, persiguiesen en sus cuadros con particular predilección y con absoluto refinamiento los finos estímulos coloristas de las piedras preciosas, del raso, del terciopelo y de la seda: tenían ante los ojos en la laguna, a todas horas, estas mismas tonalidades de un material exquisito y extraordinario»

Herman Hesse – Pequeñas alegrías