Hermosa canción del último disco de Beirut
Por cierto, todas las canciones de este disco (the Flying Club Cup) podéis escucharlas en versión acústica aquí.
música y sueños diminutos
Hermosa canción del último disco de Beirut
Por cierto, todas las canciones de este disco (the Flying Club Cup) podéis escucharlas en versión acústica aquí.
Llevo dos días escuchando esta banda sonora que Eddie Vedder ha escrito para la película Into the wild, dirigida por Sean Penn. Al parecer se trata de una historia basada en hechos reales: joven prometedor que al graduarse lo deja todo y decide vivir su sueño hasta las últimas consecuencias en Alaska. Mientras no vea la película no podré opinar sobre ella. Pero sí puedo opinar de la BSO y creo que se trata de una pequeña joya. Y para intentar demostrarlo, aquí os dejo dos cortes que he encontrado en youtube y unos segundos de No ceiling…
Estos últimos días no escribo demasiado. Quizás es que no tengo mucho que contar o que mi cabeza anda un poco descentrada. Así que me aprovecho de Youtube para subir al blog algunas canciones y vídeos.
Buceando, buceando, he encontrado esta preciosa canción de The Divine Comedy. No es un grupo muy conocido por aquí, pero creo que hay que darle una oportunidad a la hermosísima voz de Neil Hannon.
Y de regalo, aquí dejo una versión de Life on Mars por Neil Hannon y Yann Tiersen (el de la música de Amélie Poulain…)
El otro día subí una canción llamada «keep on moving». Y ese nombre me hizo recordar un antiguo anuncio de Johnnie Walker. Os aseguro que visto en una pantalla de cine es increíble…
Hoy es viernes!!!! Y los Darkness nos vienen que ni pintados!!!
Monday, Tuesday
Wednesday, Thursday
Dancing on a Friday night
Let the music smother me
Whole weekend recovery
Dancing on a Friday night
Para aquellos que tengan ganas de alegrar las paredes de sus habitaciones o las de sus niños… whatisblik!.
Creo que me quedo con este diseño…
Así me siento muchas veces: incapaz de parar el movimiento. Llego a casa del trabajo, voy a hacer deporte, mientras hago deporte escucho nuevos discos, vuelvo a casa, me aseo, hago la cena, me siento en el sofá pero no aguanto ni dos segundos en la misma postura. Cojo un libro. Si no capta mi atención pruebo otro de los que tengo en la mesa. Este sí, este me gusta. Sigo la acción. No paro de leer. Siempre adelante. En definitiva, muévete y no pares…
Y pulsa aquí si la quieres descargar en tu ordenador
Todo lo sagrado tiene la sustancia de los sueños y los recuerdos, y así experimentamos el milagro de que lo que está separado de nosotros por el tiempo o la distancia se haga repentinamente tangible. Los sueños, los recuerdos, los sagrado, todo es semejante en cuanto que está más allá de nuestro alcance. Una vez que nos separamos de lo que podemos tocar, ese objeto se santifica, adquiere la belleza de lo inalcanzable, la cualidad de milagroso. Todo tiene esa cualidad, pero nosotros podemos profanarlo tocándolo. ¡Qué extraño es el hombre! Su contacto mancha y, sin embargo, él es la fuente de los milagros
Noche de primavera – Yukio Mishima
Deixe-me ir, preciso andar
vou por aí a procurar
rir pra nao chorar
quero assistir ao sol nascer
ver as aguas dos rios correr
ouvir os passaros cantar
eu quero nascer, quero viver
deixe-me ir preciso andar
vou por aí a procurar
rir pra nao chorar
se algum por mim perguntar
diga que eu so vou voltar
quando eu me encontrar
quero assistir ao sol nascer
ver as aguas do rio correr
ouvir os passaros cantar
eu quero nascer, quero viver
deixe-me ir, preciso andar
vou por aí a procurar
rir pra nao chorar
Escucha la canción de Cartola aquí
el Renfield de Drácula, el mago, el sensible, el más inclasificable… ¡Tom Waits!
Dicen por ahí que más de un millón de personas quieren hacerse con una de las 20000 plazas para el próximo concierto-reunión de Led Zeppelin. No me extraña…
Aunque he subido esta canción más veces, creo que hoy viernes nos viene de maravilla este lingotazo fuerte y breve de ritmo swing…
Este viernes me fui a comer a Dublín. Al pub, claro. Poca gente sabe que ahí sirven menús a mediodía. Así que el ambiente es siempre tranquilo y relajado. Un primer plato, un segundo plato y una cerveza bien tirada. Esta vez tocó crema de zanahorias, castañeta y una Estrella Galicia. Entre plato y plato aproveché para leer la prensa y observar disimuladamente a la gente del bar. En un determinado momento, un camarero cambió la música y puso un disco de Nat King Cole. Aquel en el que canta canciones en castellano. El mismo que llevaba siempre mi padre en el coche y escuchábamos de pequeños en los viajes familiares. El mismo que robaron un día que nos abrieron el SEAT 124 de noche. Ese mismo…
Al principio pensé que eran imaginaciones mías. Pero después de un rato me di cuenta que todo el pub estaba coreando las canciones. El señor que tenía enfrente atacando la crema de zanahorias, las dos chicas que charlaban detrás mientras fumaban un pitillo, los camareros que recogían las mesas: todos lo hacían de una manera distraída, casi inconsciente. Pero, sin lugar a dudas, todos cantaban. Incluso yo me sorprendí tatareando en voz bajita una letra que llevaba grabada muchos años en mi cabeza.
Y esta es la magia cotidiana. La que te hace amar y querer vivir esta aventura hasta el final. A pesar de los titulares de ese periódico leído entre plato y plato.
Viaje de trabajo a Amsterdam. Una empresa nos invita a una fiesta privada. Un local de lujo. Camareros y camareras jóvenes con antifaces. Y una banda de jazz en directo. Poca gente hace caso a los músicos. Y yo hago poco caso a la gente. Van cayendo temas: My funny valentine, When you’re smiling, I’ve got you under my skin, Summertime, I get a kick out of you, I’m just a gigolo.
Al principio nadie aplaude. Así que tímidamente aplaudo al final de la segunda canción y algunos me acompañan. El bajista me hace un gesto de agradecimiento moviendo ligeramente la cabeza. A las cuatro o cinco canciones ya hay gente bailando. Inevitablemente recuerdo muchas cosas, como siempre que suenan estos temas.
Pero unas notas conocidas y extrañas a este ambiente me sacan lentamente del ensimismamiento. Están tocando una versión jazzie de Jump. No me puedo creer que una canción tan rockera como el Jump de Van Halen suene tan bien así. Y de ahí pasan a un swing trepidante. Todavía me sorprenden unas cuantas veces más (Wonderball, King of the road) y al final nos premian con unos bises.
Al terminar la fiesta cogemos un taxi para regresar al hotel. Voy mirando por la ventanilla los canales y me fijo en algún que otro ciclista nocturno. Pienso en la velada. Pienso en esos directores generales. En todos esos comerciales agresivos. Pienso en su poder. Sigo pensando y me pregunto a quién admiro más. Y lo tengo muy claro: a un muchacho alto y elegante vestido con traje de raya diplomática, zapatos negros brillantes y con una sonrisa de felicidad en la cara que roza la afrenta.
¿No se estaría riendo de todos nosotros aquel pianista?
Llevo unas cuantas semanas enganchado a una canción de Beck llamada Lost Cause. Ese estilo acústico y voz cansada me encantan. De hecho, la canción que subí ayer intenta conseguir un sonido de guitarra semejante. Así que pongo el vídeo para que lo disfrutéis vosotros también.
Una nueva canción. Espero que os guste un poquito…
Y pulsa aquí para bajarla
Al final he comprado las memorias y ya he comenzado a leerlas. De todos modos, Manué sigue avanzándome citas:
Estos pobres envidiosos, por su secreta miseria, lanzan coces contra la valía personal; mandan con aire compasivo a Virgilio, Racine, Lamartine a dedicarse a sus versos. Pero, soberbios señores, ¿adonde hay que mandaros a vosotros?. Al olvido;os espera a veinte pasos de vuestra casa, mientras que veinte versos de estos poetas los harán vivir hasta la más lejana posteridad
Memorias de ultratumba – Chateaubriand
Gracias a Efímera he encontrado esta fantástica colección de fotos de Corey Arnold
Videoclip rodado en Islandia y muy adecuado para acompañar la inclasificable música de Sigur Rós. Comparte cualidades con ciertos sueños recurrentes. Hermoso final: ¿saltará?, ¿no saltará?…