Juventud – Coetzee

En su libro Juventud, el premio Nobel de literatura J.M. Coetzee recuerda sus inicios en el Londres de los años 60 trabajando como programador en compañías como IBM o Atlas.

¿Por qué es un sacrificio mayor, una renuncia mayor de la personalidad, esconderse en una buhardilla de la Rive Gauche por la que no pagas alquiler o vagar de café en café, sin afeitar, sucio, maloliente, gorreando copas a los amigos, que vestir un traje oscuro y hacer un trabajo de oficina que te aniquila el alma y rendirse a la soledad hasta la muerte o al sexo sin deseo? Sin duda, la absenta y las ropas harapientas ya han pasado de moda. Y de todas maneras ¿qué tiene de heroico timarle el alquiler al casero? T.S. Eliot trabajaba en un banco. Wallace Stevens y Franz Kafka trabajaban en una compañía de seguros. A su modo particular, Eliot, Stevens y Kafka sufrieron tanto como Poe o Rimbaud. Él ha optado por vestir un traje oscuro como ellos, llevarlo como si fuese una camisa en llamas, sin explotar a nadie, sin timar a nadie, pagando a su paso.