los titanes venideros

Ayer me compré el libro Los titanes venideros en el cual Antonio Gnoli y Franco Volpi transcriben tres entrevistas que tuvieron con Ernst Jünger en la época que el escritor, filósofo, naturalista, anarca, esteta en guerra…cumplió los 100 años:

años venideros…

Esto en lo que se refiere al futuro. ¿Cómo imagina usted, por lo tanto, el próximo siglo?

-No tengo una idea demasiado feliz y positiva. Por decirlo con una imagen, quisiera citar a Hölderlin, que en Pan y vino escribió que vendrá la edad de los titanes. En esta edad venidera el poeta deberá aletargarse. Los actos serán más importantes que la poesía que los canta y el pensamiento que los refleja. Será una edad muy propicia para la técnica, pero desfavorable para el espíritu y para la cultura.

hablando de la figura del Anarca…

Pero el Anarca, ¿no corre el riesgo de ser una figura demasiado literaria, casi romántica?

-No lo diría. El hombre romántico de alguna manera huye de la realidad y se construye con la fantasía poética o con el sueño un tiempo y un espacio suyos. El Anarca, en cambio, conoce y evalúa bien el mundo en que se encuentra y tiene capacidad para retirarse de él cuando le parece. En cada uno de nosotros hay un fondo anárquico, un impulso originario hacia la anarquía. Pero desde que nacemos dicho impulso se ve limitado por el padre y la madre, la sociedad y el Estado. Son sangrías inevitables que padece la energía originaria del individuo y que nadie puede rehuir. Pero el elemento anárquico se mantiene latente y puede irrumpir como la lava: puede liberar al individuo, pero también destruirlo. El Anarca sabe que la libertad tiene un precio, y sabe que quien quiere disfrutarla gratuitamente da muestra de no merecerla. Por eso no ha de confundírselo con el anárquico: éste se relaciona con la sociedad, tiene con ella una relación negativa que se manifiesta de manera virulenta en la disponibilidad del anárquico para practicar el terror a fin de conseguir sus propios fines. El Anarca no tiene sociedad. La suya es una existencia insular…

Y del hogar…

A veces habla usted del bosque como de algo secreto, algo inaccesible…

Eso también, ciertamente, pero en el sentido en que es secreta la intimidad de cada cual, su casa. En alemán las palabras Heim (casa), Heimat (patria) y heimlich (secreto) tienen la misma raíz. El bosque es secreto no solamente en el sentido de que esconde, sino también en el sentido de que al esconder protege.

2 respuestas a «los titanes venideros»

  1. cierto… a veces me encantaría saber etimología.

    Recuerdo haber leído de un gallego que era un experto en etimologías inventadas. Es decir, no sabía latín, ni griego, pero las combinaciones que imaginaba eran a veces más ricas y ocurrentes que las reales…

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