Ayer, antes de acostarme asomé la cabeza por la ventana. Había unas cuantas gaviotas volando por encima de los tejados y hacía un poco de frío. Empecé a cerrar la ventana y en ese momento escuché voces jóvenes cantando. Al principio no entendía lo que decían, pero sí reconocí la melodía de Go West. Conforme se acercaban a mi casa pude distinguir la letra:
Adiós, al colegio adiós…
Adiós, al colegio adiós…
Claro, un 22 de mayo… tienen 17 años y han terminado el colegio para siempre. Intenté recordar aquel día en mi vida y mis sueños de entonces. Me propuse encontrar sólo una cosa que fuese completamente diferente a aquella época y otra completamente igual. Ya en la cama, empecé a dar vueltas y más vueltas a este y muchos otros temas. Al final, después de más de una hora pensando, me quedé dormido. Y, cómo no, volví a soñar con olas gigantes.
¡Con lo bien que dormía yo cuando tenía 17 años!