two weeks – grizzlie bear
Poco a poco me voy enganchando a los psicodélicos Grizzlie Bear. Y vídeos como el siguiente sólo pueden ayudar: se trata de un montaje de la canción Two weeks con imágenes de Le ballon rouge, un cortometraje de 1956 ganador de un oscar y que os recomiendo ver (está disponible en este enlace).
La verdad es que esta canción debe de llamar a las musas, porque en Vimeo me he encontrado con este otro vídeo realizado completamente por un fan y que es realmente espectacular.
Y para terminar os dejo con el videoclip oficial y un enlace a un concierto que dieron en Interface
true blood
Uno de los mejores inicios musicales de serie que conozco (junto al de Los Soprano)
playlists de spotify
Si sois unos fanáticos de Spotify o de la música seguro que os gustan las siguientes páginas: Spotify List, Spotyshare.com o Spotify Playlists con miles de enlaces a listas de reproducción creadas por usuarios. La verdad es que hay colecciones realmente buenas y ahora mismo estoy enganchado a Zelofan vol I. Pincha aquí para escuchar las melodías.
Por cierto, hace falta tener instalado Spotify. Segundo «por cierto», si alguien desea hacerme muy feliz que me regale una suscripción al spoti por un añito. Os lo agradeceré sinceramente pero no eternamente: durante un año ni más ni menos 🙂
the girl and the robot – röyksopp
el periodista deportivo – richard ford
Esta mañana he salido de los apartamentos a la playa suave y cambiante y he dado un paseo en bañador y sin camisa. Y se me ha ocurrido que un efecto natural de la vida es cubrirse con una fina capa de… ¿qué?, ¿una película?, ¿un residuo de la piel de todas las cosas que has hecho, sido y dicho y en las que te has equivocado? No lo sé. Pero el caso es que durante mucho tiempo nos cubrimos con esa capa y sólo raramente lo sabemos, a menos que por un motivo o por una oportunidad inesperados salgamos de ella -durante una hora o incluso un momento- y nos sintamos repentinamente bien. Y en ese mágico momento uno se da cuenta del tiempo que ha pasado desde que empezó a sentir así. Se pregunta si habrá estado enfermo. ¿Es la propia vida una enfermedad o un síndrome? ¿Quién sabe? Seguro que todos nos sentimos así alguna vez, pues yo no puedo sentir nada que cientos de miles de ciudadanos no hayan sentido antes.
Sólo después, súbitamente, uno se despoja de eso -de esa película, de esa piel de vida- como cuando era pequeño. Y piensa: así debió de ser mi vida una vez, aunque entonces no lo supiera y tampoco lo recuerde realmente. Es una sensación de viento en las mejillas y en los brazos, de liberarse, de soltarse, de ser el faro que guía a los barcos. Y como no ha sido así durante mucho tiempo, esta vez uno quiere prolongar ese momento resplandeciente, ese aire fresco, esa nueva vida, intentando preservar una sensación fugaz, porque quizá cuando vuelva ya sea demasiado tarde, o sea demasiado viejo. Y la verdad es que ésa será la última vez que uno sienta eso en su vida.
Sacado del El periodista deportivo de Richard Ford, que como bien dice en la contraportada tiene tanto que ver con la crónica de deportes como Moby Dick con la caza de ballenas.
cosa bonita… panasonic rp-htx7
Me acabo de comprar estos cascos: la verdad es que son una pijada y probablemente suenen peor que otros del mismo precio (léase Sennheiser, Grado o AKG). Pero qué queréis que os diga… como decimos por el norte «sonche cousa ben bonitiña». Cuando me los ajusto me siento un poco como los posturitas de Air. Por cierto, en este enlace os dejo un anticipo de lo último de los franceses más etéreos.
star guitar – chemical brothers
Si estáis acostumbrados a ir con los cascos puestos por la calle os habrá sucedido muchas veces…
la taberna errante – chesterton
Terminada la La ciudad automática ahora mismo me voy a por La taberna errante de Chesterton (de la editorial Acuarela libros). Como dice la atractiva contraportada: «un par de proscritos hace rodar por toda Inglaterra, huyendo de la justicia, el último barril de ron de la isla después de que un decreto gubernamental haya ordenado el cierre de todas las tabernas en nombre del ecumenismo y el entendimiento entre las culturas. Allí donde los fugitivos se detienen y abren la espita del barril, enseguida cristaliza una sociedad en miniatura, como una perla alrededor de un grano de arena».
En este enlace se explican detalles bastante interesantes acerca de los derechos de autor de esta obra. Y en este otro enlace podéis descargar el libro en PDF. Yo voy a ponerme mejor con la edición en papel porque por ahora sigo prefiendo el tacto del libro físico, aunque a lo mejor en el futuro me convence (para algunos usos) el Kindle de Amazon o el lector que va a sacar Sony junto a Google.
En fin, ya os iré contando qué tal está la obra, aunque de primeras todo lo que escribe Chesterton siempre garantiza una pizca de humor, lucidez y sabiduría.
la ciudad automática
Acabo de comprarme La ciudad automática, el libro que el gallego Julio Camba publicó en 1932 y que está dedicado a la ciudad de Nueva York. Lo poco que he leído no tiene desperdicio. Aquí os dejo el primer capítulo…
La ciudad del tiempo
¿Qué cosa extraña es esta que me ocurre a mí con Nueva York? Me paso la vida acechando la menor oportunidad para venir aquí, llego, y en el acto me siento poseído de una indignación terrible contra todo. Nueva York es una ciudad que me irrita, pero que me atrae de un modo irresistible, y cuanto más me doy cuenta de lo que me atrae, a sabiendas de lo que me irrita, me irrita, naturalmente, muchísimo más todavía.
Todas las comparaciones que se me ocurren para definir la clase de atracción que Nueva York ejerce sobre mí pertenecen por entero al género romántico: la vorágine, el abismo, «el pecado», las mujeres fatales, las drogas malditas… ¿Será, acaso, Nueva York una ciudad romántica?
Para mí, es la ciudad romántica por excelencia, y cuanto más desmedida la veo, la considero más inspirada; pero sobre esto tendríamos que entendernos. El romanticismo de Wall Street no es del mismo orden que el del Puente de los Suspiros, y no sirve para los comerciantes retirados ni para los matrimonios burgueses en viaje de luna de miel. Decía un poeta español que, en Nueva York, las estrellas le parecían anuncios luminosos. A mí, en cambio, los anuncios luminosos me parecen estrellas, y Nueva York, es, en mi concepto, una ciudad romántica, no a pesar de su brutalidad y de su codicia, sino por ellas precisamente. Por su brutalidad y su codicia, por su estridencia, por su violencia, por su culto de las catástrofes, por su sacrificio constante del pasado y del porvenir al momento presente, por la organización comercial de sus crímenes y la organización criminal de sus negocios, por su clima contradictorio, desmesurado e incontrolable; por su afán de escalar el cielo haciendo cada año un edificio más alto que los demás, y, en suma, por su ilimitación. ¿Conciben ustedes nada más romántico —para poner un ejemplo concreto— que esto de prohibir las bebidas alcohólicas a fin de elevar a la categoría de delito el acto de tomarse un aperitivo?
Nueva York es, indudablemente, la ciudad más romántica del mundo moderno, pero no creo que esto baste a explicar su extraño atractivo, y mi problema sigue en pie: ¿por qué me atrae de tal modo una ciudad que me irrita tanto? ¿Dependerá ello tal vez de una aberración mía? ¿Seré yo un caso morboso? ¿Tendré en el fondo de mi conciencia algún complejo de un orden desconocido y necesitaré quizá los cuidados profesionales del profesor Freud?
No lo creo, porque Nueva York me atrae a pesar mío, como atrae a pesar suyo a todo el mundo moderno. Uno viene hacia aquí solicitado por el afán ineludible de vivir su época, ya que Nueva York está en el centro de esta época tan exactamente como el cerro de Los Ángeles en el centro de España. Visto desde Nueva York, el resto del mundo ofrece un espectáculo extemporáneo, semejante al que ofrecería una estrella que estuviese distanciada del punto de observación por muchos años de luz: el espectáculo actual de una vida pretérita, quizá envidiable, pero imposible de vivir porque ya pertenece a la Historia. Nueva York es, ante todo, el momento presente. Es el momento presente sin más relación con el porvenir que con el pasado. El momento presente íntegro, puro, total, aislado, desconectado. Al llegar aquí, la primera sensación no es la de haber dejado atrás otros países, sino otras épocas, épocas probablemente muy superiores a ésta, pero en todas las cuales nuestra vida constituía una ficción porque ninguna de ellas era realmente nuestra época. Nuestra época sólo Nueva York ha acertado a encarnarla, y probablemente ésta es la verdadera causa de que la gran ciudad nos atraiga y nos rechace a la vez de un modo tan poderoso.
Nos atrae porque uno no puede vivir al margen del tiempo, y nos rechaza por la estupidez enorme del tiempo en que le ha tocado vivir a uno
otra vuelta de tuerca
Ideal para sesudos intelectuales…
variaciones goldberg
Usadas en mil y una películas, las variaciones Goldberg de Bach son, para mí, asombrosas. Muchas veces me sorprenden las escalas, los cambios de tempo y mil detalles más a los que no sé dar nombre porque me faltan los conocimientos necesarios. Aquí os dejo el aria y las siete primeras variaciones interpretadas por Glenn Gould. Si no tenéis paciencia para escucharlas enteras podéis ir al minuto 7:14 … y ya me diréis qué os parece.
También aprovecho y os dejo la variación 1 a 1 interpretada con una guitarra eléctrica de dos mástiles…
you are becoming grey
Como no todo van a ser melodías sensibleras, aquí os dejo una broma veraniega al más puro estilo Baltimora. La letra es corta pero reconcentrada, una especie de canción protesta ¡Silvio tiembla! 🙂
You’re becoming grey
Working night and day!
Working night and day!
jamendo en iphone/ipod touch
Pues eso, que ya está la aplicación de jamendo disponible para el iphone/ipod touch. La acaban de sacar y lo comentan en el blog de jamendo. Llevo un rato trasteando con ella y, por ahora, me ha gustado mucho.
Por cierto, lo que más subidón me ha dado ha sido comprobar que tengo una canción entre las 50 más escuchadas. ¿El truco? Pues se trata del jingle que les pasé hace tiempo y que suena cada dos por tres en la radio lounge, con lo cual el contador sube y sube (ya va por las 22520 escuchas). Ya… ya sé que así no tiene ningún mérito: sería como decir que la canción más escuchada en cadena dial radio es la de la sintonía…»¡caaaadenaaaaa diaaaaaaaaaaal!»
beck en vimeo
Me acabo de encontrar con el canal de Beck Hansen en Vimeo: algunas versiones acústicas de su último disco y revisiones de la Velvet Underground. Geniecillo
jayhawks – tomorrow the green grass
Este disco de The Jayhawks llamado Tomorrow the green grass es una auténtica joya. Lo he descubierto un poco tarde (sólo conocía el Hollywood Town Hall) pero menuda alegría cuando uno encuentra estas lindezas. Por cierto: a 5 euros en la FNAC. Obligatorio.
Os cuelgo una canción en la que colabora una joven Sharleen Spiteri…¡loco me tenía esta pelicorta!
moby – mistake – ¿bowie?
Javi… ¿no te recuerda a alguien?
Cuando escuché el disco pensé que era el duque, pero después de unas cuantas búsquedas en Google me ha quedado claro que es todo obra de Moby. Bowie, ¡sal de ese cuerpo!
venga que es viernes…get a move on!
music takes me up
No puedo estar más de acuerdo con la letra de esta canción de Mr. Scruff y Alice Russell..
Think of life without music
Silence the whole day long
Ears that don’t hear rhythm
Words without a song
Just don’t know what to do
How could I live out my day
Would I be getting up
Wishing my life away
When the drums come crawling
The baseline moves you in
Sounds of regal splendour
Fit for a king and queen
Secrets of the universe
The mysteries of life
And the things that don’t make sense
All come clear
‘Cause music takes me up
Music takes me up
Yes, music takes me up
Now that we have the music
There’s no turning round
Catch it in the moment
All lost in the sound
There’s a brand new free loose
Something has begun
Bring us all together
Moving now as one
When the drums come crawling
The baseline moves you in
Sounds of regal splendour
Fit for a king and queen
Secrets of the universe
The mysteries of life
And the things that don’t make sense
All come clear
‘Cause music takes me up
Music takes me up
Yes, music takes me up
Music takes me up
black river killed – blitzen trapper
Una canción de Blitzen Trapper que puede gustarle al señor Manel…
O escúchala en este enlace de Spotify (si no lo tienes instalado… ¡a qué esperas!).